Después del denso, algo barroco y cuasi-sinfónico pop-rock de Wild Beasts, nos relajamos un poco con un disco más suave y dulce. Se trata del último disco de Low, llamado C’mon (2011), que seguramente sea con diferencia el trabajo con el sonido más limpio y luminoso de toda su carrera.
Low no es un grupo nuevo. Surgió a mediados de los 90 y se les suele etiquetar como slowcore, pero tiene influencias del dream pop, psicodelia, folk, rock, etc. Todos los grandes músicos tienen muchas fuentes en las que inspirar su creatividad.
Low no es un grupo nuevo. Surgió a mediados de los 90 y se les suele etiquetar como slowcore, pero tiene influencias del dream pop, psicodelia, folk, rock, etc. Todos los grandes músicos tienen muchas fuentes en las que inspirar su creatividad.
En C'mon hay grandes canciones, llenas de belleza, nostalgía e intensidad, siempre con las habituales armonías vocales de la pareja formada por Alan Sparhawk y Mimi Parker. Colabora con ellos el bajista Steve Garrington para formar el trío que hace posible este magnífico disco. Excelente y atinada instrumentación denotando con gran clase que ya han tran transitado muchos caminos diferentes a lo largo de su historia.
Canciones muy bien cuidadas y arregladas, que recomnedamos escuchar poco a poco, una a una; seguro que van a hacer nuestras delicias. Mucho coro y reverberación, lirismo, sutileza, profunda hermosura y algo de atmósfera misteriosa.
Canciones muy bien cuidadas y arregladas, que recomnedamos escuchar poco a poco, una a una; seguro que van a hacer nuestras delicias. Mucho coro y reverberación, lirismo, sutileza, profunda hermosura y algo de atmósfera misteriosa.
Dicen que las bóvedas y los ecos y resonancias naturales del Sacred Heart Studio, la iglesia de Duluth (Minnesota) reconvertida en estudio donde han grabado este disco -y donde ya grabaron Trust (2002)- han influido decisivamente en el sonido de este nuevo y brillante trabajo.
Tómate unos instantes, desconecta, déjate llevar y disfrútalo. Necesitábamos un respiro como este.
Totalmente recomendado.
You See Everything