jueves, 5 de diciembre de 2013

Steven Wilson
The Raven That Refused To Sing



La verdad es que la etapa musical  que se desarrolla entre finales de los 60 y primeros 70 nos parece descomunalmente creativa y creo que ahora ya, con algo de perspectiva histórica, podemos verla como una etapa clave en la historia de la música popular, con un antes y un despues.  Una eclosión de colores tuvo lugar e incluso el mismo arco-iris quedó abrumado. Una etapa que dio lugar a tantas y tantas cosas, que ha creado las bases de mucho de lo que ha venido después y que es como una supernova, en cuya explosión está la base de la vida.

Pero no queremos ponernos nostálgicos ni queremos decir que la música que se hacía en esa época sea la mejor. Nada más lejos de nuestra intención, a pesar de su manifiesta influencia en etapas posteriores. La explosión que se produjo ha ido evolucionando en distintas ramas, estilos y maneras y hemos disfrutado en estas décadas de un catálogo muy amplio dentro de la música pop para que cada uno subjetivamente, como en cada arte, pueda sentirse identificado con lo que más le transmita, a pesar de que, los medios nos traten de reencaminar en muchas ocasiones por determinadas sendas.

Sin embargo, en esta reseña queremos rendir culto a esa etapa, y concretamente a esa rama que antes conocíamos como rock sinfónico y que ahora vemos etiquetado como Progressive Rock, Jazz-Rock o Symphonic Prog u otras similares. Estúpidas etiquetas que responden al carácter humano de encasillar y clasificar todo. Mejor no tenerlas en cuenta porque es simplemente música, inclasificable, mundos diferentes que nacían.

Allá donde el pop, el folk, el rock, los juegos vocales, los arreglos, los pasajes instrumentales, las atmósferas, la amalgama de instrumentos sin pudor, la psicodelia, el virtuosismo, lo barroco, lo lírico y otros ingredientes se mezclaron e interactuaron para dar lugar al estilo que queremos presentar y que pergeñaron e interpretaron, cada cual con su forma personal, las grandes bandas del momento.

Steven Wilson es un músico de nuestros días pero que hace la misma música que hemos llamado aquí rock sinfónico y que nos remonta a esa época. Tiene una ya larga carrera con su banda llamada Porcupine Tree,  ha colaborado en otros proyectos y además tiene sus propios discos en solitario.


Como hoy día es habitual, podemos encontrar mucha información en Internet sobre casi lo que queramos. Por ejemplo, os recomendamos este enlace de la revista Hipersónica.
En este año acaba de editar un disco  llamado The Raven That Refused To Sing (2013),  en el que ha colaborado  Alan Parsons (otro grande que hace poco hemos traído por aquí)  en la producción.

Pretende ser un álbum de rock progresivo o sinfónico al estilo de finales de los 60 y comienzos de los 70 con ecos de Pink Floyd, King Crimson, ELP, Yes, Camel, Jethro Tull, los Genesis de Peter Gabriel… ahí es nada.

No os lo perdáis, escuchadlo con detalle y con amor, incluso os diría que con paciencia a aquellas personas más de canciones cortas, poco amigas de los temas largos y más conceptuales.

Virtuosismo instrumental que hará las delicias de aquellos que aman este estilo musical y que puede servir de entrada y de gran descubrimiento a quienes no se hayan prodigado por este tipo de música por las razones que sean.

Esperemos que así sea y que esto os anime a investigar más su obra o, si no la conocéis, la obra de las bandas de aquella época que aún son mejores y más genuinas. Se abre un nuevo mundo, una nueva perspectiva de la música ante nosotros... Ya nos lo contaréis. :-)






2 comentarios:

Juanjavier Martínez dijo...

La entrada, impresionante. Yo de Porcupine Tree ya había oído hablar. Su batería, Gavin Harrison, milita ahora además con King Crimson como segundo batería de directo (como Chester Thompson era a Genesis). Los temas que has escogido son impresionantes.

Gracias por tu blog, siempre trae cosas interesantes....

Anónimo dijo...



Yo no lo conocía pero mola, suena de vicio.
Ahí sentaito en el sillón con un cubatita y la musiquita de Steven Wilson pasas un ratillo bueno, ¿qué no?

Cactusín