jueves, 23 de abril de 2009

Camera Obscura - My Maudlin Career


Teníamos en mente hacer un “Descubriendo a…” dedicado a Camera Obscura aquí en EL BOSQUE, cuando nos ha sorprendido la salida de su último trabajo, excusa perfecta para inmiscuirnos de pleno en el mundo de esta banda ya sin más demora. De modo que…vamos allá.

Conocemos a Camera Obscura desde aquel primer y excelente disco llamado Biggest Bluest Hi-Fi (2002), con el que llenó de aire fresco los primeros compases de este siglo. Desde entonces, siempre ha sido una banda muy querida y muy seguida por nosotros y cuyos trabajos hemos esperado con vehemencia. Nuestras expectativas siempre han sido grandes ante sus nuevos discos; la impaciencia flirteaba con la ilusión a la espera de cada nuevo proyecto.

Cuantas veces habremos oído todos sus discos… da igual el estado de ánimo en que nos encontráramos: si estás anodino, cobras fuerza; si estás triste, lloras; si estás alegre, se te dibuja una sonrisa. Y, sin apenas darnos cuenta, muchas veces sorprendemos a nuestros pies que, independizados de nuestro cuerpo, se mueven rítmicamente a su aire, sin que aparentemente se lo hayamos ordenado. La vida merece mucho más la pena si tenemos para ella una banda sonora como esta.



Tras su excelente primer disco, pasaron con muy buena nota la etapa crítica del esperado segundo trabajo, aquel Underachievers Please Try Harder (2003). Recuerdo que pudimos adquirirlo aquel año en el FIB, festival en el que actuaban ese verano, antes de que el disco viera la luz. Esto era en agosto y, a primeros de septiembre, ya estábamos en la cola de la sala Clamores de Madrid para volverles a ver de nuevo. Tal era nuestro amor, cariño y casi devoción por la propuesta musical liderada por Tracyanne Campbell.

Este proyecto llamado Camera Obscura sin duda prometía, se hacía respetar y seguía sin defraudar. Iban ganando terreno poco a poco y, en nuestro país, se les tenía un especial cariño; ellos prodigaban sus actuaciones por estos lares y era fácil encontrar sus discos y EPs, pues pertenecían al sello independiente español Elefant Records.

Dejan pasar tres años y en 2006 Camera Obscura resistía también la prueba de fuego que siempre supone el tercer álbum, experiencia a la que muchos ya no sobreviven. Aquel esperadísimo Let's Get Out of This Country (2006) pasó con sobresaliente y les consagró definitivamente ante la crítica, si es que quedaba algún atisbo o sombra de duda, que por fin se rindió ante el talento de Tracyanne Campbell.


Algún día habría que hacer justicia y alguien tendría que colocar a esta enorme compositora en el lugar que se merece. No sólo canta muy bien, dotada de una voz sensual, dulce y personal, sino que compone a las mil maravillas y ya lo ha demostrado en innumerables ocasiones. Talento, ideas claras, profesionalidad, seriedad y calidad a raudales. Y cada vez lo hace mejor; sin perder la frescura incial sus composiciones van madurando con el tiempo. Sin temor a exagerar, podemos decir que es uno de los mejores talentos musicales pop acaecidos en lo que va de siglo.

Y nos llega ahora este My Maudlin Career (2009) y con él ya van cuatro dianas. Ahora, de la mano del sello independiente inglés 4AD. Tanto da. Demostraron ya hace tiempo que lo suyo no era pasajero, que no se casaban con las modas, que sabían hacer las cosas muy bien y han seguido siempre haciendo la música que les gusta hasta ahora mismo.

Hoy por hoy, existen muy pocos grupos en el mundo a su altura en este estilo, y que sean capaces de grabar discos tan fantásticos como los que nos entregan ellos una y otra vez. Y todo ello, salpicado con un sin fin de EPs con canciones nuevas que han elaborado siempre entre disco y disco a lo largo de su ya extensa carrera.

No, no se trata de sacar un disco al año por narices; es mejor sacar cuatro discos por década si así se mantiene el nivel de calidad, la filosofía y se mantiene fresco el espíritu del proyecto. En My Maudlin Career encontramos otros 11 temas de tinte predominantemente alegre, elegante, atemporal, pero con estilo propio, reconocible, sin perder su característica personalidad. Se combinan estos pasajes con otros más lentos y emocionantes, con impresionantes arreglos de cuerda y, otras veces, tiran más a una especie pop-folk más ingenuo, más jovial. Siempre buscando esa simbiosis entre lo más elaborado y lo más sencillo, colocando las canciones en el orden adecuado.

Indudablemente hay influencias, pero… ¿quién no las tiene?. Creemos que es totalmente lícito beber en las fuentes que se crean más afines, más idóneas o más acordes a los gustos o a la concepción musical de cada uno. Y está claro que los manantiales donde se sacia Camera Obscura son de aguas puras y cristalinas. Pero esto no es nada malo y no se trata de imitar a a nadie; más pronto ellos serían un modelo a seguir.


Foto tomada de su página web oficial
 
En todo el decurso de una obra de Tracyanne Campbell se mantiene una cohesión, una uniformidad y una solidez admirable. Lo cojas por donde lo cojas, pinches por donde pinches, hay calidad, hay esmero y hay un buen trabajo. Es una música que puedes oírla mil veces y no sufre desgaste, más aún pareciera crecer con cada escucha.

Y es que estamos, a pesar de su aparente sencillez –o quizá por ella-, ante uno de los grandes talentos pop que existen en la actualidad.

Camera Obscura, paradójicamente, llenan de luz nuestras vidas...
 

domingo, 5 de abril de 2009

Sara Lov - Seasoned Eyes were Beaming

Ni que decir tiene que Sara Lov es una de nuestras artistas favoritas desde siempre aquí en EL BOSQUE, donde durante much0 tiempo ha figurado como cabecera esa excelente versión que realiza del tema My Body Is a Cage, de Arcade Fire, casi ya un himno de nuestro blog. Sara le da un toque muy personal a esta canción y hacer parecer que ha sido compuesta para ella.

Para no repetir su historia, os invitamos a visitar la reseña que hicimos en su momento sobre Devics, el grupo de Sara Lov, junto a Dustin O’Halloran, un auténtico músico y pianista clásico que se ha dado a las composiciones de piano y orquesta y que, aunque no lo sepamos, ya le conocemos. Por ejemplo ha compuesto música para la banda sonora de la película María Antonieta, Lost in Translation o para el anuncio del Audi A5.

Y mientras tanto, Sara Lov, inciaba su carrera en solitario con un EP titulado Three Songs (2007), al que siguió The Young Eyes (2008), mientras finalizaba su primer disco grande Seasoned Eyes were Beaming (2009).

Aunque Dustin sigue ahí detrás componiendo alguna de las canciones de este nuevo disco, la producción corre a cargo de Zac Rae y ahora la música se aleja –aunque no en demasía- de ese aire sinfónico, nocturno y de cabaret característico de Devics, y transita y se inmiscuye un poco más en territorios pop-folk algo más frescos.

No sabemos si podrá conseguir algo más de repercusión en la crítica con este pequeño viraje. Ojalá que así sea.

Hay que reparar en la belleza de la voz de Sara, en sí misma un instrumento más y que, sin ser extremadamente potente, con sólo su prodigioso timbre todo lo arrasa y su plano flota y predomina sobre la ya rica instrumentación. No se come el instrumento a la voz; es ésta quien devoraría al instrumento, si éste no está listo y se descuida. Y esa simbiosis perfecta de esta voz y la rica base musical sobre la que se apoya, nos sigue poniendo los pelos como escarpias y nos parte el corazón. Es de una belleza inconmensurable y se nos antoja prácticamente insuperable, dando de lleno en nuestro concepto de cómo debe ser una canción pop cuando, como éstas, están en busca de la perfección.


Suena como la miel, lírica, conceptual, llena de poética tristeza, pero a la vez resulta aparentemente simple. Cuando algo parece tan fácil y es a la vez es tan bonito, reconocemos al genio de la lámpara y empezamos a creer en las brujas que puedan haber creado esta magia. Que lo fácil parezca tan obvio, nos hace pensar que algún duende se esconde detrás.

La única pega que le encontramos es que ha tardado demasiado en salir este disco. Desde el último trabajo de Devics (Push The Heart, 2006), tras el cual ya se anunciaba que Sara lo intentaría en solitario, ha pasado demasiado tiempo. Se nos ha hecho eterna la espera y además, en el camino, Sara ha ido goteando canciones en su Web, vídeos en Youtube con actuaciones donde estaban estas muevas canciones, varios EPs de adelanto… y cuando por fin ha llegado su nuevo disco Seasoned Eyes were Beaming, pocas canciones nos faltaban por conocer de las 10 (que se nos antojan pocas) que presenta el disco. Así las cosas, el impacto ha sido menor, y gracias a eso aún nos podemos todavía levantar de la silla después de su audición.

El disco es una joya donde las haya y nos tememos que pasará desapercibido, como tantas otras, pero para eso estamos aquí en EL BOSQUE, para descubriros y para desempolvaros este tipo de tesoros...

Los dibujos que podemos encontrar en el arte (cubierta e interior) de este disco son obra también de Sara. Son una preciosidad, muy armónicos y muy sensuales. Dentro, el diseño es original, salpicado de estos dibujos, incluso serigrafiados en el propio CD, y contiene un libreto con las letras de las canciones, el detalle de compositores e intérpretes y todo ese tipo de información que esperamos y que, muchos artistas, ya no cuidan y se limitan a un parco CD en un cartón.

Os dejamos con la canción que da título a este disco Seasoned Eyes were Beaming, en una versión simplista y casera, con Zac Rae al piano y probablemente grabada a micrófono desnudo, sin nigún tipo de arreglo. A pesar de ser totalmente minimalista, nos damos cuenta de la belleza de la composición y de lo que la voz de Sara puede llenar un espacio semi-vacío. Realmente precioso.


Sara Lov ya tiene listo el vídeo de A Thousand of Bees


Sara Lov:

http://www.saralov.com/
http://www.myspace.com/saralov

Precioso documento:

Sara Lov en KCRW (30 de Marzo de 2009)

Dustin O'Halloran:

http://www.dustinohalloran.com/
http://www.myspace.com/dustinohalloran

Devics:

http://www.devics.com/
http://www.myspace.com/devics