martes, 20 de abril de 2010

Sambassadeur - European

Por fin podemos recibir la visita en el EL BOSQUE de una de nuestras bandas de pop favoritas de estos últimos años. Se trata de los suecos de francés nombre Sambassadeur.

Como curiosidad, decir que deben su nombre a que son fanáticos de Serge Gainsbourg y lo han sacado de una de sus canciones: ‘Les sambassadeurs’.

La música de esta banda es muy variada dentro del marco pop y, como tendréis ocasión de apreciar si investigáis un poco su obra, ha tocado varios palos y es capaz de transmitir muchas sensaciones.

En general, se desprende ese aroma lo-fi de las bandas que comienzan grabando maquetas en sus casas con precarios medios, guarecidos del frío y lluvioso clima nórdico, lo que se deja entrever en sus canciones, sobre todo en la primera etapa.

Es el genuino sabor del pop, en estado puro, y que surge de las ideas, de los intercambios, de los desvelos de noches sin dormir, de la complicidad de una sonrisa, de un gesto, de un abrazo, de los arrugados vasos de plástico desperdigados por ahí, de los papeles arrancados, de las largas charlas hasta el amanecer, de las camas sin hacer, de la niebla dentro y fuera de la habitación…

Ilusiones que se apagan y se encienden como vela mecida por el viento, sueños rotos, noches oscuras con ráfagas de luz, con atisbos de esperanza...

Fluyen los arreglos de guitarra, manan las bases e ideas electrónicas que las tecnologías actuales –por caseras que sean- ponen al alcance de los avezados jóvenes músicos y cuando hay talento, cuando hay ideas, se construyen grandes canciones.

Seguramente habrán muchas bandas que tratan de empezar así este arduo camino y tras una serie de conciertos, y un buen número de maquetas enviadas a discográficas, llega una compañía como Labrador y se interesa por ellos. Si se consigue algo así, se ha dado el primer gran paso. Es una especie de darwinaniana selección natural llevada al terreno de lo musical.

La música que hace Sambassadeur ante todo transmite ilusión, alegría, esperanza. Es música que yo disfruto mucho si viajo en tren mirando por la ventana el rápido discurrir de los árboles, las casas, los puentes, las nubes…O si voy andando por las calles a paso acelerado con una meta en la cabeza…es, en fin, una música que inyecta dentro de ti las convenientes dosis de alegría y decisión para llegar a los destinos que te marcas; surcas los mares o vuelas hacia ellos, con los ojos humedecidos por la emoción.

Y después de los aclamados Sambassadeur (2005) y Migration (2007), regresan ahora con European, su tercer disco, y es un trabajo aún más extrovertido. Se les ve seguros de si mismos, con un sonido ya consolidado, del que sigue emanando esa alegría por llegar a una meta, esa emoción que te invade ante una emocionante melodía, bien aderezada y pertrechada por grandes arreglos y texturas orquestales, adornadas por la carismática y sugerente voz de Anna Persson.

Lo importante es que consiguen crear estados de ánimo y transmiten muchas emociones, que es en definitiva lo que todo arte pretende. Sambassadeur ha alcanzado su madurez, es un regalo pop y creo que es el momento de que lo acojáis en vuestro reproductor musical.



2 comentarios:

Ana Camamiel dijo...

Querido Maurus. Como fiel seguidora de su blog, y como he recibido un premio al mío, he decidido elegirlo a usted entre los nuevos premiados.
Puede pasarse a recoger el galardón aquí:
http://camamiel.blogspot.com/2010/04/premio-mi-blog-blog-award.html

Maurus dijo...

Muchas gracias y enhorabuena porque tu arte lo merece. Yo sólo soy un navegante aventurero, descubridor de tesoros, un mundano minero (con caso luminos, eso sí) que a veces desentierra gemas o un sencillo ser con el trapo del polvo en la mano, dispuesto a desempolvar extraños y olvidados artilugios...

Un abrazo,

-Maurus