jueves, 26 de septiembre de 2013

Beach House – Bloom

 
Beach House, sin duda una de los mejores propuestas pop que hemos escuchado en los últimos tiempos. Su carrera, de la que ya nos hemos hecho eco aquí en EL BOSQUE, ha tenido una clara, vertiginosa y yo diría que prodigiosa proyección hacia arriba, sonando cada vez mejor,  matizando y reafirmando más y más su estilo en cada entrega.
Han pasado de ser una propuesta interesante allá por 2006 cuando debutaban, que mejoraron con aquel magnífico Devotion (2008), a alcanzar una cima creativa difícil de superar con el maravilloso y ensoñador Teem Dream (2010) que han mantenido de forma sublime con el nuevo disco Bloom (2012), manteniendo un regularidad –un disco cada dos años- sin desgaste alguno, más bien al contrario.
Desde luego, el sonido es fascinante y lo consiguen a base de crear unas atmósferas íntimas, personales y totalmente emocionantes. Impresionante conjunción de teclados y guitarras quasi extraterrestres que te transportan a un lugar repleto de sueños, de paisajes multicolor solo imaginados en otros mundos,  donde se tejen auténticas capas de sentimientos y emociones, capaces de atravesar la densa niebla para acabar por penetrar en tu alma. Te sientes flotar, diríase que ingrávido, y el tiempo parece pasar a distinto ritmo cuando logras meterte dentro del pequeño mundo que crean con cada una de sus canciones.  Verdadera orfebrería, verdadera odisea 2012 en el espacio musical.
No es épica, sobreproducción o grandilocuencia; tan solo es pop, puro pop, el arte que tanto defendemos en este espacio haciéndose justicia a si mismo, alcanzando el éxtasis, reivindicándose como una de las mejores cosas que el ser humano es capaz de hacer.

Alex Scally y Victoria Legrand, el dúo de Baltimore que responden al infantil nombre de Beach House,  nos han vuelto a dejar enamorados,  anonadados y ya nos sabemos dónde puede estar su límite creativo.
El disco ya te deja boquiabierto cuando, nada más empezar, irrumpe la trepidante Myth que fue el tema que la banda ofreció como adelanto de este trabajo, con un ritmo fácil de digerir, muy directa,  contagiosa. La fiesta no ha hecho sino empezar. Los invitados van llegando poco a poco y el disco está lleno de momentos brillantes y notablemente inspirados.
Pero nuestra parte favorita está al final del mismo, totalmente antológica, con ese trío compuesto por Wishes, On The Sea (apoteósica, exultante, no os la perdáis) e Irene.
Hemos entrado a su página web y nos ha encantado ver ese corto/documental grabado en el desierto de Texas, producido por Pitchfork TV, llamado Forever Still. Tiene como inspiración el Live at Pompeii de Pink Floyd, cuya evocación  hace que aún nos parezca más maravilloso, esa simbiosis, esa búsqueda de conjunción  entre su música y esos paisajes desolados, sin aparente vida, donde ésta emana de la música.

 
 
 

 

 
 Escucha el disco en Spotify
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...



Beach House es sin duda uno de los mejores grupos del pop actual. Merece la pena sentarse y escucharles sin prisa, de forma relajada. Su música es intimista genial, profunda, me encantan.
Excelentemente elegidos Maurus.
Saludos

Maurus dijo...

Están en un momento de forma excelente. Teen Dream, su disco anterior, es uno de los mejores y más inspirados discos de los últimos años y este Bloom no se le queda demasiado atrás, es también un discazo.