viernes, 8 de mayo de 2009

Descubriendo a The Czars

Llegamos con un Descubriendo a… que nos tememos que ya es a título póstumo, pues The Czars se han disuelto y parece que no vayan a volver, si bien nadie puede saber eso, pues tantos otros se han ido y luego han vuelto...

No obstante, queremos rendir el merecido homenaje a una banda que ha hecho muy buena música y a un John Grant, líder de la banda, que ha brillado a nivel compositivo y que está entre las mejores voces masculinas pop que conocemos, tanto por su timbre como por su sutileza a la hora de evocar los versos de sus canciones. Es un artista increíble. Cada tema que interpreta esta cargado de un sentimiento y una convicción emocional que sencillamente te descoloca.

Aunque The Czars ya llevaban algunos años anteriormente, los conocemos desde aquel magnífico Before... But Longer (2000), el cual era un álbum de corte algo intimista, con un pop rodeado de un halo de misterio, cierto ambiente nocturno, desprendiendo mucho carisma y sensibilidad; quizá algo pretencioso, sin centrarse en busca de una homogeneidad, tratando de tocar varios palos y queriendo resultar airoso en todos ellos. Pero, al mismo tiempo, que delicia que existan discos así, atrevidos, que deban ser escuchados con cariño, con atención, despacio, degustando, tratando de entrar en el mundillo que cada pieza propone.

Y esta es la línea general de la música de The Czars, sólo que con el tiempo se va abriendo más y se atreve cada vez con más cosas. Pero el manual para disfrutar de su música sigue siendo el mismo: escuchar, asimilar y desgranar. No utilizar como música de compañía, cual si de un hilo musical se tratara; escuchar, asimilar, digerir y disfrutar; no esperar la canción fácil…

Y en esa línea está el siguiente disco The Ugly People vs the Beautiful People (2001); la tónica es la misma, pero ahora algunas canciones brillan con más luz, te das más cuenta de su belleza en una primera escucha. La producción va mejorando y el flirteo con más instrumentos, registros y estilos es mayor. La banda parece que se asienta sobre más sólidos argumentos y aunque siguen transitando varios estilos, están muy cohesionados por la personalidad instrumental del grupo y, sobre todo, por la maravillosa voz del John Grant, que templa y manda. Sin duda, otro disco excelente y quizá algo más asequible que el anterior, con memorables canciones, con auténticos trallazos pop-rock.

Y tras dos discos tan seguidos, y tan buenos, enmudecen tres años. ¿Qué está pasando? ¿Van a seguir?, nos ponemos a husmear…quizá no sea lo deseable, pero son muchos los grupos que sacan un disco casi cada año y estos no aparecen, ¿qué estarán preparando? La verdad es que teníamos una gran expectación…

En 2004 tenemos la respuesta: nos dan en todas las narices con el grandioso Goodbye, un disco casi perfecto en composición e interpretación, sin complejos ni pasajes oscuros, atrevido, maduro, directo.

Con Goodbye finalmente encuentran su sitio en el espectro musical; es su obra cumbre sin duda y un disco que debería estar en los estantes de cualquier aficionado al pop de todos los tiempos. Siempre les adornó un romanticismo que, a veces, pudo leerse como decadente, pero esta vez han encontrado sus mejores momentos, jugando con los interludios electrónicos, con el folk, country-rock, con el soul, con el academicismo jazz, con los pasajes agridulces, sin aromas turbios, haciendo una música atemporal, impregnada de un clasicismo heredero de la mejor tradición pop-rock de siempre.

Y en 2006, llega la despedida (parece que definitiva)… editan Sorry, I Made You Cry y es cuando ya nuestro corazón no lo puede resistir y estalla. Un conglomerado de versiones, rarities o covers de temas muy bellos, deliciosamente escogidos e interpretados gloriosamente, con el toque personal que sólo la voz de John Grant puede dar. Tiene razón el título de este disco: “Cuidado…puedo hacerte llorar”. Y tanto. Debería tener una pegatina que lo advirtiera fuera, en la carátula del disco. Un disco excelente y evocador, delicado, a la par que sencillo y sin artificio. Un disco que te hace llorar, reír, soñar y que te levanta en esos momentos oscuros que todos tenemos.

En una pena que The Czars nos hayan dejado y que ya no hayan más discos, ahora que habíamos llegado al climax musical gracias a ellos y ahora que se encontraban en su mejor momento. Y es totalmente injusto que un grupo como este, con una música como esta, no se conozca y que ni siquiera se pueda encontrar apenas información sobre ellos en Internet, ni en casi ninguna parte.

Han desaparecido del panorama musical, ni siquiera ya tienen página Web… se han difuminado, ¿es para siempre? ¿dónde están ahora?... es como si un halo de misterio les envolviera…


jueves, 23 de abril de 2009

Camera Obscura - My Maudlin Career


Teníamos en mente hacer un “Descubriendo a…” dedicado a Camera Obscura aquí en EL BOSQUE, cuando nos ha sorprendido la salida de su último trabajo, excusa perfecta para inmiscuirnos de pleno en el mundo de esta banda ya sin más demora. De modo que…vamos allá.

Conocemos a Camera Obscura desde aquel primer y excelente disco llamado Biggest Bluest Hi-Fi (2002), con el que llenó de aire fresco los primeros compases de este siglo. Desde entonces, siempre ha sido una banda muy querida y muy seguida por nosotros y cuyos trabajos hemos esperado con vehemencia. Nuestras expectativas siempre han sido grandes ante sus nuevos discos; la impaciencia flirteaba con la ilusión a la espera de cada nuevo proyecto.

Cuantas veces habremos oído todos sus discos… da igual el estado de ánimo en que nos encontráramos: si estás anodino, cobras fuerza; si estás triste, lloras; si estás alegre, se te dibuja una sonrisa. Y, sin apenas darnos cuenta, muchas veces sorprendemos a nuestros pies que, independizados de nuestro cuerpo, se mueven rítmicamente a su aire, sin que aparentemente se lo hayamos ordenado. La vida merece mucho más la pena si tenemos para ella una banda sonora como esta.



Tras su excelente primer disco, pasaron con muy buena nota la etapa crítica del esperado segundo trabajo, aquel Underachievers Please Try Harder (2003). Recuerdo que pudimos adquirirlo aquel año en el FIB, festival en el que actuaban ese verano, antes de que el disco viera la luz. Esto era en agosto y, a primeros de septiembre, ya estábamos en la cola de la sala Clamores de Madrid para volverles a ver de nuevo. Tal era nuestro amor, cariño y casi devoción por la propuesta musical liderada por Tracyanne Campbell.

Este proyecto llamado Camera Obscura sin duda prometía, se hacía respetar y seguía sin defraudar. Iban ganando terreno poco a poco y, en nuestro país, se les tenía un especial cariño; ellos prodigaban sus actuaciones por estos lares y era fácil encontrar sus discos y EPs, pues pertenecían al sello independiente español Elefant Records.

Dejan pasar tres años y en 2006 Camera Obscura resistía también la prueba de fuego que siempre supone el tercer álbum, experiencia a la que muchos ya no sobreviven. Aquel esperadísimo Let's Get Out of This Country (2006) pasó con sobresaliente y les consagró definitivamente ante la crítica, si es que quedaba algún atisbo o sombra de duda, que por fin se rindió ante el talento de Tracyanne Campbell.


Algún día habría que hacer justicia y alguien tendría que colocar a esta enorme compositora en el lugar que se merece. No sólo canta muy bien, dotada de una voz sensual, dulce y personal, sino que compone a las mil maravillas y ya lo ha demostrado en innumerables ocasiones. Talento, ideas claras, profesionalidad, seriedad y calidad a raudales. Y cada vez lo hace mejor; sin perder la frescura incial sus composiciones van madurando con el tiempo. Sin temor a exagerar, podemos decir que es uno de los mejores talentos musicales pop acaecidos en lo que va de siglo.

Y nos llega ahora este My Maudlin Career (2009) y con él ya van cuatro dianas. Ahora, de la mano del sello independiente inglés 4AD. Tanto da. Demostraron ya hace tiempo que lo suyo no era pasajero, que no se casaban con las modas, que sabían hacer las cosas muy bien y han seguido siempre haciendo la música que les gusta hasta ahora mismo.

Hoy por hoy, existen muy pocos grupos en el mundo a su altura en este estilo, y que sean capaces de grabar discos tan fantásticos como los que nos entregan ellos una y otra vez. Y todo ello, salpicado con un sin fin de EPs con canciones nuevas que han elaborado siempre entre disco y disco a lo largo de su ya extensa carrera.

No, no se trata de sacar un disco al año por narices; es mejor sacar cuatro discos por década si así se mantiene el nivel de calidad, la filosofía y se mantiene fresco el espíritu del proyecto. En My Maudlin Career encontramos otros 11 temas de tinte predominantemente alegre, elegante, atemporal, pero con estilo propio, reconocible, sin perder su característica personalidad. Se combinan estos pasajes con otros más lentos y emocionantes, con impresionantes arreglos de cuerda y, otras veces, tiran más a una especie pop-folk más ingenuo, más jovial. Siempre buscando esa simbiosis entre lo más elaborado y lo más sencillo, colocando las canciones en el orden adecuado.

Indudablemente hay influencias, pero… ¿quién no las tiene?. Creemos que es totalmente lícito beber en las fuentes que se crean más afines, más idóneas o más acordes a los gustos o a la concepción musical de cada uno. Y está claro que los manantiales donde se sacia Camera Obscura son de aguas puras y cristalinas. Pero esto no es nada malo y no se trata de imitar a a nadie; más pronto ellos serían un modelo a seguir.


Foto tomada de su página web oficial
 
En todo el decurso de una obra de Tracyanne Campbell se mantiene una cohesión, una uniformidad y una solidez admirable. Lo cojas por donde lo cojas, pinches por donde pinches, hay calidad, hay esmero y hay un buen trabajo. Es una música que puedes oírla mil veces y no sufre desgaste, más aún pareciera crecer con cada escucha.

Y es que estamos, a pesar de su aparente sencillez –o quizá por ella-, ante uno de los grandes talentos pop que existen en la actualidad.

Camera Obscura, paradójicamente, llenan de luz nuestras vidas...
 

domingo, 5 de abril de 2009

Sara Lov - Seasoned Eyes were Beaming

Ni que decir tiene que Sara Lov es una de nuestras artistas favoritas desde siempre aquí en EL BOSQUE, donde durante much0 tiempo ha figurado como cabecera esa excelente versión que realiza del tema My Body Is a Cage, de Arcade Fire, casi ya un himno de nuestro blog. Sara le da un toque muy personal a esta canción y hacer parecer que ha sido compuesta para ella.

Para no repetir su historia, os invitamos a visitar la reseña que hicimos en su momento sobre Devics, el grupo de Sara Lov, junto a Dustin O’Halloran, un auténtico músico y pianista clásico que se ha dado a las composiciones de piano y orquesta y que, aunque no lo sepamos, ya le conocemos. Por ejemplo ha compuesto música para la banda sonora de la película María Antonieta, Lost in Translation o para el anuncio del Audi A5.

Y mientras tanto, Sara Lov, inciaba su carrera en solitario con un EP titulado Three Songs (2007), al que siguió The Young Eyes (2008), mientras finalizaba su primer disco grande Seasoned Eyes were Beaming (2009).

Aunque Dustin sigue ahí detrás componiendo alguna de las canciones de este nuevo disco, la producción corre a cargo de Zac Rae y ahora la música se aleja –aunque no en demasía- de ese aire sinfónico, nocturno y de cabaret característico de Devics, y transita y se inmiscuye un poco más en territorios pop-folk algo más frescos.

No sabemos si podrá conseguir algo más de repercusión en la crítica con este pequeño viraje. Ojalá que así sea.

Hay que reparar en la belleza de la voz de Sara, en sí misma un instrumento más y que, sin ser extremadamente potente, con sólo su prodigioso timbre todo lo arrasa y su plano flota y predomina sobre la ya rica instrumentación. No se come el instrumento a la voz; es ésta quien devoraría al instrumento, si éste no está listo y se descuida. Y esa simbiosis perfecta de esta voz y la rica base musical sobre la que se apoya, nos sigue poniendo los pelos como escarpias y nos parte el corazón. Es de una belleza inconmensurable y se nos antoja prácticamente insuperable, dando de lleno en nuestro concepto de cómo debe ser una canción pop cuando, como éstas, están en busca de la perfección.


Suena como la miel, lírica, conceptual, llena de poética tristeza, pero a la vez resulta aparentemente simple. Cuando algo parece tan fácil y es a la vez es tan bonito, reconocemos al genio de la lámpara y empezamos a creer en las brujas que puedan haber creado esta magia. Que lo fácil parezca tan obvio, nos hace pensar que algún duende se esconde detrás.

La única pega que le encontramos es que ha tardado demasiado en salir este disco. Desde el último trabajo de Devics (Push The Heart, 2006), tras el cual ya se anunciaba que Sara lo intentaría en solitario, ha pasado demasiado tiempo. Se nos ha hecho eterna la espera y además, en el camino, Sara ha ido goteando canciones en su Web, vídeos en Youtube con actuaciones donde estaban estas muevas canciones, varios EPs de adelanto… y cuando por fin ha llegado su nuevo disco Seasoned Eyes were Beaming, pocas canciones nos faltaban por conocer de las 10 (que se nos antojan pocas) que presenta el disco. Así las cosas, el impacto ha sido menor, y gracias a eso aún nos podemos todavía levantar de la silla después de su audición.

El disco es una joya donde las haya y nos tememos que pasará desapercibido, como tantas otras, pero para eso estamos aquí en EL BOSQUE, para descubriros y para desempolvaros este tipo de tesoros...

Los dibujos que podemos encontrar en el arte (cubierta e interior) de este disco son obra también de Sara. Son una preciosidad, muy armónicos y muy sensuales. Dentro, el diseño es original, salpicado de estos dibujos, incluso serigrafiados en el propio CD, y contiene un libreto con las letras de las canciones, el detalle de compositores e intérpretes y todo ese tipo de información que esperamos y que, muchos artistas, ya no cuidan y se limitan a un parco CD en un cartón.

Os dejamos con la canción que da título a este disco Seasoned Eyes were Beaming, en una versión simplista y casera, con Zac Rae al piano y probablemente grabada a micrófono desnudo, sin nigún tipo de arreglo. A pesar de ser totalmente minimalista, nos damos cuenta de la belleza de la composición y de lo que la voz de Sara puede llenar un espacio semi-vacío. Realmente precioso.


Sara Lov ya tiene listo el vídeo de A Thousand of Bees


Sara Lov:

http://www.saralov.com/
http://www.myspace.com/saralov

Precioso documento:

Sara Lov en KCRW (30 de Marzo de 2009)

Dustin O'Halloran:

http://www.dustinohalloran.com/
http://www.myspace.com/dustinohalloran

Devics:

http://www.devics.com/
http://www.myspace.com/devics

martes, 17 de marzo de 2009

Antony and the Johnsons - Crying Light

Antony Hegarty, Antony And The Johnsons, es uno de esos artistas que pueden calificarse de especiales. Podríamos tratar de buscar reminiscencias y seguramente algunas encontraríamos, pero no sería justo. Su personalidad musical compositiva e interpretativa está fuera de toda duda; es sencillamente aplastante y, al contrario que buscar comparaciones, es él quien nos deja su personalidad, su impronta, su aplomo, su referencia y su sello personal.

Han pasado ya más de tres años desde que nos cautivara a todos –propios y extraños- con aquel fantástico I Am a Bird Now (2005), ganador del premio Mercury Music Prize. Además, uno de los temas de este disco (Hope there’s someone) aparecía en la banda sonora de la película “La vida secreta de las palabras” de Isabel Coixet.

Y ahora, en 2009, The Crying Light es uno de los discos más anhelados del año. No hay que buscar muchas innovaciones en este nuevo disco, pero tampoco las esperábamos. Ahí está su personal registro vocal, sus íntimos lamentos; canciones de tono melancólico, emocional, llenas de alevosa nocturnidad; canciones atormentadas, líricas, a veces oníricas, a veces con esa luz que sale de una densa niebla que, poco a poco, se va disipando. Canciones, en fin, marcadas por su peculiar voz, sobre una rica instrumentación siempre con ese aderezo de cuerdas envolvente y siempre arquitectónicamente sustentada por un armazón de piano.

En la portada del disco nos encontramos con una impresionante imagen del bailarín de Butoh (danza de la oscuridad), Kazuo Ohno, tomada por Naoya Ikegami en Tokio en 1977. Su llamativo rostro y postura reclinada dicen que invoca simultáneamente la cuna, la sepultura y la trascendencia. El propio Antony comenta que, viendo actuar al bailarín, le vio emitir un círculo de luz sobre el escenario, meterse en el círculo, y revelar los sueños y meditaciones de su corazón. Parecía bailar en el foco de algo misterioso y creativo. Así pensó en llamar al disco The Crying Light.

Antony And The Johnsons puede gustar más o menos y hasta es posible que debamos requerir un especial estado de ánimo para disfrutar más de su música. Podemos incluso alegar que trabaja siempre los mismos recursos para construir sus canciones o que a, a veces, pudiera parecer repetir una misma escena tomada desde otro ángulo distinto.

Pero nadie puede negar, como decíamos al principio de esta reseña, que se trata de uno de los artistas más especiales que existen, actualmente sin rival ni parangón alguno.

sábado, 14 de marzo de 2009

Trembling Blue Stars - Last Holy Writer

Nos gustan los artistas valientes, aquellos que no se ciñen al manual, que no son artistas de libro, los que son capaces de crear atmósferas en las que, cuando te sumerges y te dejas llevar, te pierdes en ellas por un buen rato. Nos gustan las obras en las que cada canción no es previsible a priori y requiere una escucha atenta para tratar de imaginar lo que el artista nos quiere transmitir.

Bobby Wratten, líder de Trembling Blue Stars, es uno de ellos. Nos encantó aquel maravilloso The Seven Autumn Flowers (2004) y volvimos a quedar prendados con el siguiente disco, su más reciente trabajo The Last Holy Writer (2007). Va a ser cuestión de investigar su discografía entera…

Los pasajes de su música son excelentes desde el punto de vista de la creatividad y de la composición musical. Su producción muy cuidada, muy delicada, con arreglos y efectos electrónicos, pero en su justa medida.

El disco pasa por pasajes de una latente oscuridad, para en otros dejar espacio al optimismo y a la luz. Piezas a veces desoladas, a veces evocadoras; pasajes melancólicos, intimistas; otras veces simplemente preciosos, rozando la perfección. Hay electrónica, si, pero hay también excelentes arreglos de guitarras (acústicas y eléctricas), espléndidas líneas de bajo, órganos, partes instrumentales, arreglos de cuerda, coros…

Perfectos ingredientes cuando además se saben cocinar con la maestría de Bobby Wratten, que deja planear su sugerente voz sobre ellos, relevado en algunos por la dulce voz de Beth Arzy, lo que le da aún más sensación de cohesión de grupo al disco.

http://www.myspace.com/tremblingbluestars


martes, 10 de marzo de 2009

Deerhunter - Microcastle


Deerhunter nacen en el año 2001, fundados por Bradford Cox y Moses Archuleta. Son originarios de Atlanta y es una banda que hace una música muy interesante, con un estilo que se mueve entre el shoegazing (esa música con un barniz de guitarras de trasfondo), el post-punk , el post-rock, la psicodelia, lo experimental y un poco en ese ambiente que llaman Noise. Etiquetas siempre subjetivas y frías, pero que hemos de comentar a título orientativo para que sepamos un poco de que estamos hablando.

Pareciera, pues, un poco lejos de la onda habitual de EL BOSQUE, pero no es así. POP -y de ahí su magia- es un amplio concepto que permite la confluencia de una gran variedad de músicas o estilos en torno a él. Corresponde al artista el hacerlos o no creíbles juntos.

Brad Cox, cantante, guitarrista y alma de Deerhunter, a buen seguro ha escuchado mucho a artistas como Sonic Youth, Pavement o Syd Barret.

Microcastle (2008) constituye el tercer disco del grupo y en él parece que han cuajado los esfuerzos experimentales desarrollados a lo largo de su trayectoria. Yo veo aquí simplemente grandes canciones; menos arduo, menos nieblas sónicas, más accesible y mucho más luminoso que experiencias anteriores. Definitivamente se nota ese menos jugar con el sonido –sin dejar de hacerlo- y una mayor decisión a la hora de hacer temas enormes como son los que se facturan en este disco.

Si alguien tiene dudas, que se apreste a oír la maravillosa Agoraphobia. Que maravilla de canción, que perfección y refleja mucho el espíritu de este disco.

Microcastle es para mí un muy buen disco, uno de los mejores del pasado año 2008, y muy audible cuando nos encontramos con el estado de ánimo oportuno. En fin, todo un descubrimiento positivo y, como todos ellos, lo traemos aquí para compartirlo con vosotros.

http://www.myspace.com/deerhunter


jueves, 12 de febrero de 2009

Dibujos animados

En esta ocasión, os traemos un regalo tanto para el oído como para la vista. Porque si los vídeos están muy logrados, las canciones son también muy bellas. Hemos seleccionado -con cariño- tres vídeos musicales basados en dibujos animados.

Esperamos que os gusten y que os acompañen…


Sara Lov – New York



Dustin O'Halloran - Opus 23



Concretes - Warm Night.



Patty Griffin- Rain

lunes, 19 de enero de 2009

The WhitSundays

Sin abandonar la onda psicodélica, os queremos presentar a los canadienses The WhitSundays con su homónimo disco de debut. Un más que aceptable disco que salió a primeros del pasado año 2008 y quizá por ello ha sido olvidado en las listas de lo mejor del pasado año.

Nos presentan temas de pop barroco, psicodelia, garage y toques de power pop. Bellos pasajes con coros, voces perfectamente sincronizadas, guitarras y órganos vintage se dan cita en los parajes de su música. La envoltura es un guiño claro a ese pop de finales de los 60's, directamente sonado a Zombies, Syd Barret, Animals, Beach Boys, Kinks, Beatles, etc. Ahí es nada, con la sola mención de todos estos nombres juntos algunos ya nos habríamos caído de la silla o perdido la cabeza como el señor de la portada del disco...

Avalado por esas referencias, estamos decididamente ante un gran disco. Canciones bien construidas y políticamente correctas dentro de su estilo, pero en mi opinión puede que le falte algo de chispa, algo de pegada, algo que lleve a la adicción. Quizá es que sea demasiado fiel a sus reminiscencias, pero no deja de ser una apreciación subjetiva, porque el disco nos parece tremendamente bueno y es por ello que lo traemos aquí.

http://www.myspace.com/thewhitsundays




Sorry James

Y si te gustan The WithSundays, no dejes de escuchar a The Heavy Blinkers, otra banda muy en esa misma línea. Su disco The Night and I Are Still So Young (2004) es también una auténtica joya en el género.

martes, 13 de enero de 2009

Helio Sequence - Keep Your Eyes Ahead

Tras unos días de vacaciones, iniciamos este 2009 con fuerzas renovadas y con intenciones de seguir descubriendo, seleccionando, escudriñando y desempolvando ese pop de calidad que tanto nos gusta aquí.

Y tenemos un montón de propuestas nuevas por presentar y también un gran número de tesoros ocultos por descubrir aquí en EL BOSQUE, así que no dejes de visitarnos de vez en cuando.

Vamos a empezar el año presentando a un grupo formado por dos personas: se hacen llamar The Helio Sequence y su último disco Keep Your Eyes Ahead (2008) es una verdadera joya y uno de los mejores trabajos aparecidos en el pasado año.

Se trata de un dúo que nació hace ya casi diez años compuesto por Brandon Summers (vocals, guitars) y Benjamin Weikel (keyboards, drums). Atrás quedaron los tiempos en que para llevar adelante magnos proyectos se necesitaba un grupo con numerosos de integrantes. Estamos en tiempos en los que la tecnología se ha puesto al servicio del ingenio –no únicamente del buen sonido y la producción- y, si hay chispa y algo que transmitir, ya es suficiente.

Helio Sequence, pues. Algo tan sencillo y, sin embargo, la causa de la vida. La secuencia de la fusión del hidrógeno en helio; eso es lo que ocurre en el Sol, desprendiendo la energía que ha hecho y hace posible nuestra existencia.

Los hemos descubierto cuando ya llevan 4 discos en el mercado, aunque justo a tiempo cuando parecen haber alcanzado su madurez. Han acortado sus temas; ahora son más directos y más sencillos, sin dejar sus peculiaridades experimentales como es el uso de voces pregrabadas en dormitorios e incluso una guitarra cuyo sonido fue grabado dentro de un armario.

En su música hay rock psicodélico, dream pop, temas acústicos, algunos ritmos electrónicos y ambientaciones cercanas al noise-pop.

A nosotros nos parece un más que notable disco, una excelente propuesta en fin… y por ello queremos compartirla con todos vosotros.

http://www.theheliosequence.com/
http://www.myspace.com/theheliosequence

miércoles, 17 de diciembre de 2008

I Am Kloot - Play Moolah Rouge

I Am Kloot se funda en 1999 en Manchester en el club Night&Day. John Bramwell trabajaba allí como organizador de conciertos y en este lugar conoció a los otros dos miembros del grupo: Andy Hargreaves y Pete Jobson.

Su música tiene una gran personalidad y un estilo muy definido, de forma que si buscas en el baúl de las reminiscencias, ves que no suena de forma muy similar a nadie en concreto; más bien al contrario, tiene una voz y un estilo tan peculiar que podríamos llegar a utilizar en alguna ocasión el “esto suena a I am Kloot”.

I am Kloot es una de esas joyas que uno guarda como oro en paño y por la que tiene cierta debilidad desde hace muchos años. Es uno de esos “tesoros ocultos” que ha llegado la hora de desempolvar aquí en EL BOSQUE.

Yo veo a Bramwell como uno de los mejores escritores e intérpretes de canciones de esta década, modestamente camuflado bajo el telón que proporciona el nombre de una banda llamada I am Kloot.

Tiene el talento y carisma necesario para no parecer pesado o monótono, a pasar de su marcado estilo personal, y tiene la magia necesaria para no ser un cantautor al uso, que quizá a muchos pudiera aburrir. En un disco de I am Kloot hay excelentes canciones siempre, pero es que te encuentras con 3 ó 4 obras de arte compositivas que enseguida te das cuenta que están al alcance de muy pocos: no sabemos cómo tanta sencillez puede desgranar tanta pasión. Y no, tampoco son baladas al uso. Realmente, no sabemos lo que es… es I Am Kloot.

Su primer album Natural History apareció 2001, y el segundo homónimo I Am Kloot dos años después. Vaya señor discazo que es este último. Después vino Gods and Monsters (2005) y ahora nos han vuelto a dar de lleno en el corazón con Play Moolah Rouge (2008). No hace mucho que lo estoy oyendo, pero engancha cada vez más en cada escucha. Deseo que llegue el momento de poderlo volver a escuchar y lo único que lamento es que sólo tenga 10 canciones, como los discos de antes.

Aunque acabo de entrar en contacto con él, es lo suficiente para tenerlo entre los 5 mejores discos de este año 2008 que ya comienza su despedida.

He visto por ahí una definición de este disco Play Moolah Rouge, que yo extendería al resto de su discografía. La hace Mycroft_Barret en Rate Your Music y no me resisto a transcribirla aquí, porque por más vueltas que le diera, no me veo capaz de definirlo mejor:

"Discazo, emoción a flor de piel, lirismo, romanticismo épico, un torbellino de dolientes quejidos, de armas afiladas que se clavan contra el alma de uno, contradicciones del corazón, fuerza hecha carne, carne hecha fuerza, desvaríos y otro tipo de canciones más o menos afectadas".

No se puede decir más con menos.

Pero, ¿a qué suenan realmente estos I Am Kloot?

Suenan a… I Am Kloot.

http://www.iamkloot.com/
http://www.myspace.com/iamklootmusic

jueves, 27 de noviembre de 2008

Elbow - The Seldom Seen Kid

Volvemos a la actualidad y lo vamos a hacer con el que puede ser el mejor disco de este año 2008. Se trata de The Seldom Seen Kid del grupo Elbow.

Llegan procedentes de Manchester con un sonido siempre innovador -inevitables reminiscencias aparte- que se ha ganado la admiración tanto de la crítica especializada como la de otros artistas de renombre como REM, U2, John Cale o Blur, entre otros.

El quinteto se conoció en el colegio y empezaron a hacer música bajo el nombre de Mr. Soft, para más tarde pasar a llamarse Elbow. Hicieron 3 EP's de gran éxito y poco después debutaron en el mercado discográfico de la mano de V2 con su álbum Asleep In The Back (2001). ¡Qué gran disco! No os lo perdáis, si tenéis oportunidad de conseguirlo.

Más tarde editaron su segundo y tercer álbum Cast of Thousands (2003) y Leaders Of The Free World (2005) y ahora en 2008 nos han presentado su último trabajo The Seldom Seen Kid, que está llamado a figurar entre los mejores del año y no podíamos dejar de presentar aquí en EL BOSQUE.

La música que realiza Elbow está definida como Dream pop, aunque las etiquetas en si mismas son algo injustas, y más en el caso de una música con tantos matices como esta. Lo mejor que podemos hacer es hacernos con su último disco The Seldom Seen Kid y disponernos a degustarlo y desgranarlo pieza por pieza. Además, el arte de la portada y el libreto que incluye el disco son muy buenos y acompañan mucho en dicha tarea. Os aseguramos que no os va a defraudar.

La base de la música de Elbow es una atmósfera rock, pero muy apoyada en elementos orquestales y con una muy cuidada producción, muy al detalle. A menudo aparecen voces suaves o susurrantes, guitarras con ecos, coros y sonidos de sintetizadores, sin abusar y en su justa medida. Muy buena la instrumentación en general. La música que realizan es difícil de explicar y se nos hace arduo definirla. Sólo podemos añadir que es un grupo que suena de maravilla. Los altavoces del equipo HI-FI casi no pueden digerir tan rico, lleno y rebosante sonido. Su música tiene muchos recursos, mucha solidez; suenan con clase y a clásico. Elbow es la antítesis de lo mediocre.

Mucho me recuerda la voz del cantante Guy Garvey a la de Peter Gabriel y la música que hacen en muchos pasajes (y quizá incoscientemente por ende) a aquellos maravillosos primeros discos de Génesis. También hay algo de reminiscencias a Radiohead, con quienes disputaron (y ganaron) el premio Mercury Music Prize, que se otorga al mejor disco británico o irlandés del año.