viernes, 9 de marzo de 2012

Destroyer - Kapputt


Volvemos al presente. Lo hacemos con un disco que vió la luz nada más nacer 2.011 y que ha estado considerado de forma unánime por la crítica como uno de los mejores discos del pasado año. Busques donde busques, en unas listas u otras, siempre está allí arriba entre los favoritos.

El disco se llama Kaputt (2011) y el autor es Destroyer, que es el proyecto personal de Daniel Bejar, canadiense de padre español, hombre polifacético y multi-proyecto que ha extendido su talento a través de múltiples bandas com The New Pornographers, Swan Lake y Hello Blue Roses. Pero donde mejor se encuentra encuadrado su enorme talento, donde despliega mejor sus intenciones es, sin duda,  en Destroyer y es que, ahí es nada, lleva ya una decena de discos bajo este nombre.

Gran cariño y devoción profesamos a esta figura, para nosotros, ya legendaria. Con ella inciábamos nuestra singladura e inaugurábamos nuestro BOSQUE allá por marzo de 2.008. Sobra decir que es uno de nuestros músicos preferidos en la actualidad.

No sabemos como lo hace ni que clase de diabólica fórmula emplea, pero en cada disco se reinventa, introduce algún tipo de ingrediente nuevo, alguna suerte de enfoque distinto, que le da una nueva orientación y que lo hace diferente al anterior. Cuando parece que ya agotó sus recursos, vuelve a dar una nueva vuelta de tuerca, vuelve a crear nuevas estructuras y le da a su música un nuevo giro, un nuevo  toque, y acaba consiguiendo siempre un producto de calidad muy notable que suele estar entre lo mejor del ranking del año en que edita un disco.

Sin embargo –y esto también siempre ocurre así en todos sus discos- la música desplegada en su obra Kaputt es totalmente identificable como Destroyer. Su personalidad, carisma, sello y firma es indiscutible.

En este trabajo ha introducido un punto soft-rock, pop-jazz, con toques de funk. Las canciones son absolutamente brillantes con una base rítmica muy definida, sobre la que conviven coros, duetos vocales muy atractivos, capas atmosféricas casi-perfectas e instrumentos de cuerda y viento, con la aparición de saxos, oboes e incluso alguna flauta. Cada canción está muy bien construida y su instrumentación muy bien trabajada. Se notan las tablas y el rodaje que tiene Dan Bejar a nivel compositivo. Muy buenos arreglos, sin resultar farragoso ni llegar nunca a ocultar las melodías.

El álbum despliega un sonido con cierto aire retro, cercano a determinados conceptos musicales de los 70-80 y, a veces, nos evoca las etapas más edulcoradas de Bowie o Roxy Music; también nos recuerda un poco al Josh Rouse de su magnífico disco llamado 1972. Pero no vayamos a confundirnos con las reminiscencias, a lo que realmente suenan es a Destroyer, porque éstos ya son un clásico y su forma de concebir la música es tremendamente personal y un estandar de facto.

Recomendamos un consumo pausado de este disco y, en principio, en un ambiente tranquilo y con las prisas aparcadas. Deja que poco a poco te vaya invadiendo, que te empiecen a entrar las canciones, una  a una. Sin darte cuenta estarás atrapado y sumergido en uno de los mejores discos, en su estilo, de los últimos tiempos.

Y ahora, como es habitual, os dejamos algunas muestras.




Chinatown


Suicide demo for Kara Walker


Savage Night At The Opera

No hay comentarios: